lunes, 21 de septiembre de 2009

Haz lo que quieras sin dañar a nadie

Creo que en el mundo no hay premisa tan falsa como el título de este artículo.  Toda decisión genera una explosión que afecta nuestro entorno.

Lagrima En la vida, es inevitable causar daño con nuestras decisiones, de no ser así no existirían las lágrimas y nadie lloraría jamás por un dolor emocional.  Pero la verdad es distinta.  La verdad es que nuestras decisiones afectan un área completa que nos incluye, porque ni nosotros mismos somos capaces de volvernos inmunes a tal cosa.  Sin entrar en situaciones extremas, lo vemos cada día.

Despedida caminanteAlguien en algún sitio decidió mudarse a vivir solo, porque ya trabaja y quiere independizarse de sus padres…  Y sus padres estarán orgullosos de verlo crecer, pero sin duda alguna sufrirán el dolor de esa pérdida durante un tiempo.  Y él mismo, dudará, le hará falta comer con ellos, le harán falta los abrazos de la madre y las charlas con el padre.  El(la) vecin@ que nunca le dijo que estaba enamorad@ de él (ella) se deprimirá porque dejo ir al amor secreto de toda su vida…

El daño colateral de su decisión los afecta a todos…  Ya sea que se vea o no…

Caminante solitario Pareciera simple física…  Acción y reacción…  Una decisión es una fuerza en un sentido, y todo aquello que toque generará una fuerza en sentido opuesto.  Y es que es naturalmente así…  Incluso en quien toma la decisión.  El ser humano es un animal de costumbres, y cuando las cambiamos, nos sentimos desorientados, perdidos, sin encajar bien en ningún lado.

Sin embargo, así como somos animales de costumbres, también somos el organismo mas adaptable del planeta…  Eso es lo que nos hace tan maravillosos y capaces del cambio.

Luego es necesario decir que somos nosotros mismos los que debemos decidir dejar de aferrarnos a esos dolores…  No es mi cama. No es mi habitación. No es mi urbanización…  Ni siquiera es mi ciudad…  Estoy sol@…  Todo aquel que haya tomado una decisión de cambio en su vida habrá sentido una o varias de estas premisas como una verdad absoluta…

Adios Pero debemos superar cada obstáculo…  Uno a la vez, para poder llegar a sentirnos bien con nosotros mismos.  Hay que pensar en logros, en aprendizajes, en todo lo bueno que tuvimos y que podemos conquistar de nuevo.  Porque los cambios no son más que el comienzo de un nuevo capítulo.

Nada hay más gris que el balance entre la felicidad y la tristeza que producen ciertas decisiones.  Pocas cosas son tan difíciles de evaluar, dado que no son blancas o negras, son de un gris tan intermedio que pretender ver con claridad el futuro cuando el cambio comienza es una misión casi imposible.  Por eso mientras más importante sea el cambio de rumbo en nuestra vida, más pensada debe haber sido la decisión que lo generó.

Palabras de sabiduría:

Decisiones, cada día
alguien pierde, alguien gana…

Rubén Blades

Ilusiones

El ser humano es por naturaleza inconforme.  Siempre aspira a un poco más de lo que tiene.  Siempre busca una mejora en sí mismo, en su familia, en su entorno o, para los más altruistas, en el planeta.

¿Qué cosa nos hace movernos entonces a investigar, experimentar, probar, observar, escuchar, tocar, sentir…  Nada más y nada menos que las ilusiones.  Nada hay que motive tanto como una ilusión…  Los sueños mueven a la humanidad…  Desde un individuo hasta el mundo entero…

He escuchado frases como: el que vive de ilusiones muere de desengaños.  Pero desde mi punto de vista, vivir sin ilusiones es como estar muerto.  ¿Qué sentido tiene la vida entonces si no sueño con una meta? ¿Qué sentido tiene evitar pensar en llegar a un objetivo que parece inalcanzable por el simple temor de caernos en el camino?

Hay quienes sueñan con riqueza, fama…  Otr@s piensan en el futuro de los hijos y sueñan con un país y hasta un mundo mejor.   Algun@s sueñan con hallar una media naranja que se acople perfectamente al corte que ell@s mism@s tienen.  Y entre sueños de amor, bienestar, dinero y muchas otras cosas viven las ilusiones que impulsan día a día a aquellos que se atreven a luchar por conseguir esos sueños.

Son esos bienaventurados los que no esperaron a que su suerte llegara a ellos…  Son ellos los que fueron en pos de sus sueños y se forjaron su suerte a pulso.

Hoy, entre tristeza, felicidad, dudas y (por supuesto) ilusiones he decidido convertirme en un bienaventurado…

Hoy rompo con mis temores, hoy levo anclas y doy un paso hacia un nuevo mundo…  Hoy es el primer día de mi aventura hacia un destino increíble!

Palabras de Sabiduría:

Hay dos clases de fracasados en el mundo
Los que pensaron y nunca hicieron
Y los que hicieron y nunca pensaron

Laurence J. Peter

viernes, 18 de septiembre de 2009

No se destruye, se transforma

Científicamente hablando, la energía no se destruye.  Sólo se transforma.  Espiritualmente hablando, hay muchas opiniones, muchas discusiones y muchos más hechos que apoyan un lado y otro.
Particularmente y en cuestiones del amor, ésta premisa es más cierta que en cualquiera de los contextos en donde se quiera analizar.  Los sentimientos, esa energía que tan intangible se manifiesta…  Que tan invisible se ve en los ojos que quienes lo poseen…  Son ellos quienes más movimiento experimentan a través de nuestra vida.  Admiración que termina en decepción.  Cariño que se vuelve amistad, amistad que (de pronto) se vuelve amor…  Y hasta amor que se vuelve odio…

Muchas son las transformaciones de esa energía tan única que es el amor en todas sus expresiones.  ¿Quién no las ha sentido?  Y hay que ver cómo nos mueven internamente, cómo nos desenfocan el mundo en el tiempo que tarda un suspiro…  En un abrir y cerrar de ojos estamos sumidos en un mar de lágrimas o volando entre las nubes…

Cuando un cambio así ocurre, no es inmediato…  De hecho poco nos afecta mientras nos negamos a ver hacia nuestro corazón…  Pero en el momento en el cual decidimos escuchar las quejas del alma y aceptar como un hecho uno de estos cambios…  El mundo se deforma, dormimos menos… o dormimos más… Nos sentimos tocando el cielo… O en las puertas del purgatorio, con una culpa inmensa…  O sentimos ambas cosas.

Cuán fácil es ser feliz, pero cuán difícil puede ser decidir serlo…  Y que engañoso puede ser el camino hacia esa felicidad.  Sin embargo, con convicción, visión y tiempo para pensar, podemos transitar el camino para llegar a la dicha que tanto deseamos.

Palabras de sabiduría:

No es lo mismo conocer el camino,
que pasar a través de él

Anónimo

El camino a la felicidad está allí…  Sólo debemos caminar a través de él, porque de hecho, la felicidad no es un destino, sino justamente un trayecto.

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Destino o Decisión?

Cuántas veces hemos escuchado cosas como: ¿Para qué luchar contra el destino? Estaba destinado a ser así. A quienes nacieron con estrella y quienes nacieron estrellados.

A quienes incluso apoyan la hipótesis de una vida escrita, con un principio, un serie de eventos y un final predeterminados e inamovibles.

Otros apoyan con una vehemencia casi febril que todo depende de nosotros, que no hay nada escrito, que todo lo hacemos o lo deshacemos.  Que nada hay en las páginas de la vida.

Para mí, el asunto es una especie de mezcla entre ambas teorías.  Creo que hay puntos de quiebre (Milestone). Milestones, en los cuales tomamos decisiones que nos llevan por distintos caminos hacia el siguiente punto de quiebre.

Desde mi punto de vista, “nada sucede por simple azar” como bien lo dice Richard Bach en el libro del mismo nombre.  Los encuentros no son fortuitos, jamás lo son.  Pero depende de nosotros aprovecharlos o no.

Cuando nos conseguimos con un trabajo, un negocio, una persona, una oportunidad de cualquier cosa…  Decidimos ir o no ir en ésa dirección… 

Nada mejor para ilustrar esa situación que una historia (chiste) sobre una gran inundación y un ferviente  creyente que insistentemente aseguraba que Dios lo salvaría.  Es el caso que el sujeto estaba sobre un techo, con el agua comenzando a llegar a éste y pasa una lancha de rescate; le dicen que se monte para que se salve y su respuesta es tajante: – Aquí me quedo, porque confío en Dios y Él me salvará.  La escena se repite con 2 botes salvavidas y 2 helicópteros que debido a las condiciones del clima y la situación de riesgo deben optar por abandonar al hombre a “su suerte”.  Como es de esperar, el pobre hombre muere entre el ahogo y la hipotermia.  Al llegar al Cielo, decepcionado, le pregunta a Dios: ¿Por qué si confié en Ti hasta mi último aliento me dejaste morir?  A lo que Dios simplemente responde: No es mi culpa, hijo mío; Yo te mandé 3 botes salvavidas y 2 helicópteros…  Y no te montaste en ninguno de ellos.

Como bien explica esta historia…  El destino es efectivamente modificable…  Su llegada a la muerte era inevitable, como lo es para todo ser vivo.  Sin embargo, podemos tomar la ruta corta o la panorámica…  Y eso, es decisión nuestra.

Por eso, mis muy queridos lectores, desde aquí les digo que traten siempre de tomar decisiones de punto de quiebre con las que estén absolutamente de acuerdo, ya que esas son las que van a definir algunos caminos en nuestra vida.

 

Palabras de sabiduría:

 Nothing happens by chance, my friend…
Not such thing as luck

Richard Bach
Nothing Happens by Chance