jueves, 28 de mayo de 2009

¿Damas y Caballeros?

Es increíble, cómo hasta las féminas caraqueñas han perdido todo rasgo de femineidad al tratarse de entrar en un vagón del Metro de Caracas. Porque no quiero ni hablar de los ya extintos caballeros que se levantaban del asiento para que una dama (sin importar su edad o condición física) se sentara en el mismo.

Es un espectáculo casi dantesco ver cómo, a empujones, entran y se arrojan sobre el más cercano incauto que se vea aparentemente más enjuto y, definitivamente, pacífico que ellas mismas.

Sin embargo, lo que más sorpresa causa es que dentro de toda la falta de la mínima educación, respeto y sentido común, resulta que a la mayoría de l@s abusad@s y por supuesto a l@s abusadoræs el asunto les parece gracioso.

El comportamiento bestial, que según la mismísima Real Academia significa brutal o irracional, que demuestra la masa de seres (ya no sé si calificarlos de humanos) que se desplaza de un lado al otro de la ciudad día a día parece digno de un rebaño de bueyes escapando de una jauría de lobos.

Será que algún día Venezuela (y Caracas en particular) volverá a ser un lugar de personas educadas y caballerosas que demuestren que Caracas puede llegar a ser “La sucursal del Cielo”? Habrá que verlo, por los vientos que soplan, seguirá bajando más y más hasta ser no más que la entrada al último infierno.

Que Dios nos proteja y abra los ojos de quienes tienen a l@s futur@s caballeros y damas en sus manos; padres y maestros.

viernes, 22 de mayo de 2009

"Tú y yo" vs "Nosotros"

Continuamente, gracias a la naturaleza humana, nos vemos en situaciones donde ciertos esquemas (como el del yo) se resquebrajan para dar paso a algo más grande; Tú (ustedes) y Yo, o bien, Nosotros.

Todos acostumbramos, donde quiera que vamos, a formar parte de un grupo, una pareja, una familia o algo similar, lo que conlleva instintiva y emocionalmente a crear ciertos lazos de amor (amistad o como quieran llamarla) que nos inclinan a seguir cierta inercia que tiene el "plural" al que nos integramos.  Sin embargo, debemos estar conscientes que no se debe dejar el yo de lado y desecharlo para entrar en el nosotros, sino incluirlo como parte de éste último.  Es decir, la matemática no debe fallar... 1+1 es 2 y nunca será 1.

Todos y cada uno de nosotros nacimos únicos, con un alma indivisible, con un código genético irrepetible, con huellas digitales que nos pertenecen unívocamente...  Nacimos como individuos.  Ergo, nuestra identidad debe mantenerse incólume aun cuando nos identifiquemos plenamente con un grupo o con nuestra pareja.  Debemos seguir siendo el yo mismo en esencia y alimentar el nosotros con nuestra identidad, destacarnos como un nuevo elemento particular e inigualable del sistema al que entramos.

Pero aclaro, mantener la identidad, la individualidad, no significa volverse un ente inamovible, inflexible e incapaz de cambios adaptativos; ello sólo indicaría que hemos muerto.  Cambiar o adaptarse no significa en ningún caso desechar nuestro ser y adoptar uno nuevo, sino moldear nuestro auténtico yo para que se incluya en el nosotros pero claramente como Tú (ustedes) y Yo y no como un Nosotros que difumine nuestra identidad a tal punto que no podamos reconocernos después de la integración.

Finalmente, si un nosotros l@s obligara a deshacerse de su yo en función de ellos, la integración resultará, como siempre, agradable en principio y nos sorprenderemos de la capacidad de adaptabilidad que tiene el ser humano; pero nuestra característica de individuos comenzará a buscar una salida, una brecha en el muro con el que tratamos de ocultarla, nuestra esencia, el ego cambiado o no, se debatirá, se inflamará hasta arder y quemarse y como el ave fénix resurgirá de sus cenizas, incendiando todo a su paso y buscando imponerse como es su propia naturaleza (la del ego).

Para evitar este tipo de eventos traumáticos en las relaciones humanas, debemos entonces defender nuestro ego, pero negociando cambios que permitan moldear un nosotros sincero que incluya a cada elemento como un yo particular que cumple una función bien definida.

Palabras de sabiduría:

Ser feliz, depende de tomar la decisión de serlo.

Jesús “Silvarion” Sánchez

jueves, 21 de mayo de 2009

¿Pensar?

Según el Diccionario de la Real Academia Española existen 3 acepciones para este término:
  • Imaginar, considerar o discurrir.
  • Reflexionar, examinar con cuidado algo para formar dictamen.
  • Intentar o formar ánimo de hacer algo.
Un biólogo seguramente lo asociaría a un proceso conocido como sinapsis, neuronas y redes de neuronas que interactúan para formar el sistema nervioso central.  Un teólogo seguramente atribuirá el concepto al libre albedrío que Dios le otorgara al ser humano durante La Creación.
Según el fundador de este blog, pensar va mucho más allá...  Es una mezcla de todos los conceptos asociados al hecho mismo de pensar.

La maravilla absoluta que implica el poder darnos cuenta de algo.  Recibir estímulos, información, datos...  Ser capaces de procesar to aquello e inferir nuevas cosas en base a lo que conocemos es lo que se torna en algo casi mágico, algo místico que nos diferencia del resto de los pobladores de este planeta.

Bienvenid@s sean tod@s a éste, un pequeño espacio entre las sinapsis de mi mente que funcionará como espacio catártico, de expresión, reflexión, conciliación, opinión, discusión y todo aquello que sirva para hacernos llegar al proceso que dio origen a este artículo...  PENSAR

L@s invito entonces a participar activamente y dejar sus comentarios o, incluso, solicitar acceso como co-autores.