martes, 27 de abril de 2010

Si amas algo, déjalo libre

Vaya vaya, a pesar de la falta de comentarios en el blog, el messenger ha sido utilizado por unas cuantas personas para preguntarme si yo sería capaz de hacer lo que predico o para comentarme que no están de acuerdo con Virgina Satir y por ende conmigo menos, ya que yo lo dejo en la primera línea…  El título de este artículo.

Dado que me parece que no me expliqué completamente bien en el artículo anterior, trataré de hacerlo mejor ahora.  Espero no ser merecedor de una lapidación por lo que escribiré a continuación ;)

A ver, si amas a alguien, déjalo libre.  No que lo dejes ir, no que le des una patada en el trasero a ver si vuelve, no que lo dejes en el medio de la autopista a ver si sabe llegar al hogar de nuevo.  NO.  Cuando hablo de dejarlo libre hablo de darle su espacio, no de darse un tiempo y parar la relación, NO.  Hablo de que cada uno tenga sus ocupaciones y sus actividades, algunas juntos y algunas no.  Hablo de no negarse a una reunión sin tu pareja porque, al fin y al cabo, no están remachados el uno al otro.  Su biorritmo no es igual y tal vez no tengan la misma disposición cada uno de hacer la misma cosa el mismo día.

Photo illustration by Anna Faltermeier Cuando hablo de dejar libre a alguien hablo precisamente de no asociar el hecho de estar en una relación con límites de ningún tipo.  Y no estoy diciendo que se metan a swingers ni mucho menos, digo que la libertad de decidir qué hacer debe ser plena para quienes estén en la relación.

Si a alguien debes poder decirle que NO con plena confianza de que entenderá tus motivos cuando sean tan simples como “no tengo ganas” o tan complejas como puedan surgir.

kids-kissing Igualmente le cae la aplanadora a los celos. Que pronto tendrán su propio artículo.  Porque los celos se originan en la inseguridad y la inseguridad basada en la decisión del otro.  En la decisión de irse.  Es claro entonces que los celos son parte de una venda que quisiéramos ponerle al objeto de nuestro amor en los ojos.  Quisiéramos, efectivamente, limitar su capacidad de decisión.  Y así asegurar de alguna manera que se quede a nuestro lado.

Las preguntas que siguen, son entonces las más importantes que podremos hacernos en la vida en cuanto a parejas se refiere: ¿Queremos a una pareja que esté con nosotros por conformismo o por convicción? ¿Queremos estar seguros que no se irá porque no puede o preferimos saber que se queda porque es lo que quiere?

walk-school-green-lg Yo, en lo personal quiero saber que quien esté a mi lado es mi igual, que camina a mi lado y no detrás de mí ocultándose o delante de mí tapándome la luz del Sol, que tomados de las manos nos guiamos hacia un mejor futuro, que es mi apoyo como yo soy el suyo, que me ve con ojos tiernos como yo la veo a ella y que por encima de todo el amor que le profeso es suficiente para querer estar a su lado y viceversa.

Ese es el el sentido más hermoso de la libertad.  Y el que, sin duda alguna nos dará más satisfacción con cada día que pase.

Palabras de Sabiduría:

Amar a un ser humano es ayudarlo a ser libre

Ramaya

2 comentarios:

  1. El problema es q cuando tienes una pareja muchas veces olvidamos q esa persona ya tenia una vida antes de ti, gustos, ocupaciones, amigos y q el hecho de ser pareja q conseguir q amba vidas se complementen, no q una anule a la otra. Deberia ser una simbiosis pero en muchos casos termina siendo una relacion parasitaria

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  2. Una vez más, Chuchú, recuerdo tu sistema de ecuaciones con menos ecuaciones que incógnitas, con el que pretendías resolver el problema "mujer". Uno de estos casos puede aplicarse para las relaciones de pareja: todo lo que conseguirás son funciones, y si eres muy listo, aproximaciones por series...

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