El poder de las palabras… Abrázame con ellas

¡Que sabroso es poder hablar! ¡Que tanto mejor sería si nos abrazáramos con ellas, con nuestras palabras!

Que cosas tan maravillosas pueden lograrse con las palabras…

Es impresionante lo que podemos lograr tan sólo con el uso adecuado, consistente y contundente de las palabras.  Hay quienes las usan bien, a quienes las usan mal y hay quienes simplemente no las usan :-|

Como lo dice el Dr. Miguel Ruiz, las palabras son magia.  Y dependiendo de cómo las uses serán magia blanca o magia negra.  Sin saberlo, es casi seguro que cada uno de nosotros haya usado las palabras en forma de magia negra, criticando, insultando, maldiciendo, destilando veneno en forma de expresiones hacia los demás.

En el Universo existe equilibrio.  Al utilizar mal La Palabra, estamos generando una fuerza, estamos enviando una cierta cantidad de energía negativa hacia otra parte del Universo que es esa(s) otra(s) persona(s) a quien(es) nos dirigimos; este movimiento de energía va a ser devuelto indefectiblemente hacia nosotros mismos con alteraciones de forma, pero no de fondo.  Recibirás la misma energía negativa que mandaste.  Cuando al contrario, utilizamos la palabra para dar amor, buscar el bienestar y motivar a los demás, no recibiremos otra cosa sino buena energía a cambio.

Una mala crítica puede hacer que la inseguridad se apodere de alguien y truncar una parte de su vida para siempre.  Un buen comentario puede, en cambio, alentar a una persona a practicar más, a ser mejor y lograr un mejoramiento personal significativo en un individuo o incluso en un núcleo familiar.

Lo más sorprendente de todo ésto es que hay que repetir las cosas buenas un millón de veces para que quien lo escucha decida creer.  Sin embargo basta con una negativa, un insulto o una crítica envidiosa para echar todo el esfuerzo por tierra y que la otra persona se crea lo “malo” que escuchó.   Si has alabado la inteligencia de alguien, o lo atractiv@ que es o alguna virtud… En algún momento habrás escuchado “no me lo digas tanto que me lo voy a creer”.  Sin embargo, veamos que cuando se pronuncia un insulto, más de una vez he escuchado “Más [ponga su insulto aquí] serás tú”.  De entrada ya se está aceptando que el insulto es merecido.  Y sin darnos cuenta, nuestro cerebro procesa esa información y realiza lo que el Dr. Ruiz llama Acuerdos.  Que nos hostigarán hasta que decidamos romper con ellos.

Por todo esto, yo he decidido que la mejor manera de utilizar mis palabras a partir de ahora es a conciencia y cariñosamente.  L@s invito a tod@s a acompañarme en esta aventura que será acariciar con mis palabras a cuanta persona pueda, especialmente a quienes amo.  De ahora en adelante trataré de dar la mano con mis palabras, procurar alivio, ayuda, apoyo, dulzura, amistad, confianza.  De ahora en adelante trataré de abrazar a mis seres queridos con cuanta frase salga de mi labios.  Trataré de iluminar vidas con palabras llenas de amor, en lugar de oscurecerlas con envidia, rencor y odio.

La frase del día:

Es posible conseguir algo luego de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con apenas tres palabras impregnadas de afecto.

Kung FuTse, Confucio