sábado, 6 de agosto de 2011

Lo que verdaderamente queremos

Que bueno que están por aquí de nuevo.  Hoy les traigo un tema clásico, pero con un enfoque distinto.  El tema es la comunicación, sin embargo, en este caso no hablo de la comunicación interpersonal, sino de nuestra habilidad de comunicarnos con el Universo mismo.

blowing dendalionsUn sinnúmero de veces hemos pedido conseguir un empleo así o una pareja tal o un objeto cual…  Y resulta que nuestros deseos son transmitidos en modo erróneo.

Tomo el ejemplo de lo que “buscan” las mujeres en un hombre.  En general las mujeres hacen toda una lista de chequeo que debe cumplir el “prospecto” a fin de tener oportunidad y se leería como algo así:

“Se busca ángel de la guarda en forma humana, cien por ciento hombre con fines de alma gemela. Debe ser apuesto, alto, sensible, comunicativo, creativo, divertido, responsable, amable, sensual. Con capacidad de regocijo en la simplicidad y de mirada limpia. Debe querer compartir momentos de intensa intimidad, una vida apacible, tranquila, silenciosa y espiritual. Que no fume, no beba, no se drogue. Capaz de recibir y dar amor. Debe poseer estabilidad emocional, ser sincero, digno de confianza y con moral respetable. Se busca capacidad de libre pensamiento, inteligencia emocional, habilidad en la resolución de problemas, experiencia en olvidar rencores. Se busca el valor del compromiso de permanecer en compañía, se quiere la utopía de una vida compartida, disponibilidad de su tiempo libre y realidad en sus palabras.

Favor abstenerse hombres con ataduras, con cargas emocionales, con miedos o incapaces de amar plenamente. Se garantiza felicidad a largo plazo.”

Tomado de Ataviados Caprichos

Después de semejante despliegue de elocuencia, siendo el primer artículo de dicho blog, me pareció que había sido un muy buen comienzo.  Sin embargo noté algo que me llamó mucho la atención.  El “ser humano perfecto” que se busca según este anuncio no tiene que cumplir con características que yo consideraría básicas para publicar algo así.  Porque dentro de todas esas características listadas no se incluye la “capacidad de amarme” ni el compartir de “momentos de intensa intimidad, una vida apacible…” debe ser conmigo.

Entonces mi primera observación fue: No buscas, según esto, alguien que te ame.  De todo lo que pides, no pides algo tan simple como “un hombre que te ame”.

Resulta pues que consiguen al tipo y es casado, ama a su esposa con locura y es todo lo que pidieron, porque nunca pidieron que fuera para ustedes.

wishingO sale uno y dice: “me gustaría conseguir un trabajo donde paguen muy bien y tenga flexibilidad de horario y bla bla bla”.  Y lo conseguimos en los clasificados, pero no tiene nada que ver con nuestra carrera o nuestro interés…  ¡Claro!  Nunca dijimos que nuestro deseo real es que ese trabajo queremos que nos lo ofrezcan, que sea lo que más nos gusta hacer, etc.

Así es que entonces les sugiero mis queridísim@s lectoræs que revisen lo que están pidiéndole al Universo si les parece que nunca los escucha.  Lo más probable es que se den cuenta, así como yo lo hice, de que el error no está en los oídos del Universo, sino en la manera como nosotros pedimos lo que deseamos.

L@s invito a que hagan un ejercicio de imaginación.  Escriban un deseo.  Luego, traten de buscarle todos los huecos por donde un genio malvado podría dañar su deseo.  Háganlo con algunos amigos y verán el resultado.  Luego, dispónganse a reescribir su deseo hasta que no logren hallar deficiencias.

Palabras de Sabiduría:

Cuidado con lo que deseas
porque se te puede cumplir

Anónimo (hasta que alguien me corrija)

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