viernes, 3 de diciembre de 2010

¿Y tú? ¿Cuánto tiempo estarás en mi vida?

Mis muy querid@s lectoræs, hoy les traigo un escrito que me mandó mi cuñada (bueno, cuasi-cuñada) por motivo de una conversación nocturna, de esas que te mantienen despierto más allá de medianoche aunque el sueño te esté tumbando.  Estábamos discutiendo sobre planes, puntos de vista, ventajas y desventajas…  En fin, estábamos en una discusión un poco agitada que terminó, después de escuchar sus argumentos y defender los míos, en un punto medio que satisfizo en buena medida mis expectativas y sus preocupaciones por mi.  Gracias Cuñi.

El siguiente texto suele ir como una cadena de correos.  Dado que no soy asiduo a las cadenas y me parecen una pérdida de tiempo, prefiero publicarlo aquí y compartirlo con todo aquel que se tropiece con este sitio.  Su título es La razón de habernos conocido.  No haré sino dejarlos en compañía de estas buenas palabras que me parecen sumamente apropiadas para mucha gente que conozco y otr@s tant@s que aún debo conocer.

LA RAZÓN DE HABERNOS CONOCIDO

Personas entran en tu vida
por una razón, por una estación
o por una vida entera.

Cuando percibas cuál es el motivo,
vas a saber qué hacer con cada persona.

Cuando alguien entra en tu vida por una razón es, generalmente, para cubrir una necesidad que demostraste. Ellas vienen para auxiliar en una dificultad ofrecer apoyo y orientación, ayudar física, emocional o espiritualmente.

Ellas podrán parecer una dádiva de Dios…  ¡Lo son!

Ellas están allí por la razón que precisas que estén.  Entonces, sin ninguna actitud equivocada de tu parte o en un momento inconveniente, esta persona va decir o hacer alguna cosa para llevar esa relación a su fin.

A veces, esas personas mueren.
A veces, ellas simplemente se van.
A veces, ellas te provocan y te impulsan a tomar una decisión.

Lo que debemos entender es que nuestras necesidades fueron atendidas, nuestros deseos cumplidos y la misión de ellas realizada.

Tus oraciones fueron atendidas.
¡Ahora es tiempo de avanzar!

Cuando las personas entran en nuestras vidas por una estación es porque llegó la hora de dividir, crecer y aprender.

Ellas te traen la experiencia de la paz o te hacen reír.  Ellas te podrán enseñar algo que nunca hiciste. Ellas, generalmente, dan una cantidad enorme de amor y placer.

¡Créelo! ¡Es real! Pero solamente por una estación.

Las relaciones de una vida entera enseñan lecciones de vida.  Cosas que debes construir para tener una formación emocional sólida.

Tu única tarea es aceptar la lección, amar a la persona y colocar lo que aprendiste en uso, en todas las otras relaciones y áreas de tu vida.

No hay mucho más que decir.  Si nos hemos conocido, sólo resta saber… ¿Cuánto tiempo estarás en mi vida?  Por mi parte, espero ser parte de sus vidas un largo tiempo.  Espero que Dios me dé la sabiduría, la inspiración y la fuerza para siempre escribir sobre las cosas que aprenda en este maravilloso viaje de la vida.  Hasta un nuevo artículo mis muy querid@s lectoræs…

Y antes de cerrar, quiero agradecer en particular a esas personas que entraron en mi vida… y se quedaron.  Mi familia por elección.  Mis amigos de siempre…  ¡Y sean bienvenid@s quienes están llegando!

Palabras de Sabiduría:

Todo sucede por una razón.
Todo es causa y efecto.
Una casualidad no es más que
el efecto desconocido de una causa ignorada.
El mayor riesgo en la vida,
es no hacer nada.

(Mi interpretación de varios autores)

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