jueves, 16 de septiembre de 2010

Influencia y preocupaciones

Las preocupaciones te frenan Hola mis muy extrañad@s lectoræs.  Hoy les traigo un tema que nos afecta a tod@s en mayor o menor grado.  Las bien conocidas preocupaciones.  Aquel montón de cosas que nos generan estrés y que, en ocasiones, parecen irresolubles.  Bueno, les tengo una buena y una mala noticia.  ¿Cuál quieren primero?  ¿La mala?  De acuerdo…  Resulta que los problemas que no han resuelto y que les ocasionan ese alto nivel de estrés son nada más y nada menos que su propia responsabilidad y está en sus manos y solamente en sus manos resolverlos.  Ahora, la buena noticia es que, probablemente, la mitad de sus problemas no son de ustedes en realidad.

Trataré de explicar esto gráficamente.  Hay dos círculos que atañen a este tema.  El círculo de influencia y el círculo de preocupaciones.

El primero, el círculo de influencia es esa zona en la cual nuestras acciones tienen una repercusión inmediata, es donde podemos cambiar lo que no nos gusta.  No es instantáneo, ojo, pero es realizable.  Por ejemplo:  el hecho de que quieras tu propia casa está en tu círculo de influencia, porque con tu esfuerzo, planes y acciones puedes lograrlo.  Por otro lado, que alguien más te regale una casa está totalmente fuera de tu círculo de influencia, por el simple hecho de depender de una acción de alguien más y no de tus acciones y/o decisiones.

Zona de InfluenciaEl segundo, el círculo de preocupaciones, es todo aquello que ocupa nuestra mente en la búsqueda de soluciones.  Diariamente hay cosas que nos parecen tan cotidianas, que no nos damos cuenta que son preocupaciones, pero allí están y buscamos la solución casi tan automáticamente que no nos damos cuenta.  ¿Qué vamos a comer? ¿Cómo llegar al trabajo? ¿A qué hora debo levantarme? Etcétera.  Otras son un poco más complejas y sabemos que están allí.  Pagar las cuentas, cuadrar el presupuesto, pagar las tarjetas de crédito y algunas otras.

Preocupado?Ahora, el gran detalle aquí es que nuestro círculo de preocupaciones no debe ser más grande que nuestro círculo de influencia.  ¿Por qué?  ¡Muy simple!  No puedes esperar resolver un problema que no dependa de tus propias acciones.  Por eso aquello de “no te quiero cargar con mis problemas”.  Con mucha facilidad la angustia hace presa de nosotros si nos dejamos llevar de la mano por ella.  Y no digo que hay que ser insensible y mantenerse inmutable ante los problemas y el dolor ajeno.  Pero hay que estar clar@s en algo, podemos aconsejar según nuestra propia experiencia de vida, según nuestro matiz de colores y según nuestra visión de las cosas, pero las acciones para resolver los problemas de los demás deben ser ejecutadas por ellos mismos.

Eres kibre, decide ser feliz Así como lo dije en el artículo No te preocupes, ocúpate, así mismo se los digo ahora.  Cuando sientan que tienen un problema que no pueden resolver, tómense un rato y analicen si en realidad el problema es de ustedes, si son sus acciones las que lo solventarán o si está fuera de su alcance solucionarlo.  Este momento de análisis previo a la preocupación les ahorrará muchas toneladas de tensión nerviosa y los hará sentirse libres como nunca antes cuando desechen muchos “problemas” que en definitiva, no eran “nuestro” problema.

Palabras de Sabiduría:

Si tienes un problema y tiene solución
¿para qué te preocupas?
Pero si tienes un problema y NO tiene solución
¿para qué te preocupas?

Mahatma Ghandi

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