sábado, 5 de diciembre de 2009

Omnivorus Extremus Extremus

En el artículo anterior a este, Omnivorus Extremus comencé una disertación acerca de comidas que debieron descubrirse a partir de una situación de hambre apremiante… ¿Recuerdan que les dije que no habían visto nada de las comidas más desagradables que el ser humano se había atrevido a probar?  Pues estoy muy dispuesto a demostrarlo en este segundo artículo…

Prepárense para lo que viene, que no es poco por cierto.

escargots-thumb Comencemos con otra delicatesse francesa…  ¡Escargots!

Para quienes no hayan escuchado de este plato que ha hecho famosa a la cocina francesa, pues les comento que son unos babosos, chiclosos, pegajosos y para nada llamativos… Caracoles.

caracol helix lactea Sí, no son de adorno las conchas, no están allí por estética, no son parte de la utilería…  Son tu comida.  Alguna vez debes haber visto un caracol trepando un árbol, una piedra, una pared y/o casi cualquier superficie a la que su cuerpo y la sustancia asquerosamente pegajosa que segregan le permita adherirse para moverse de un lugar a otro…  ¿Con que sentido?  Obviamente, ser cosechados para cocinarlos.  O es que nunca te provocó tomar unos de esos caracoles y metértelo en la boca para maravillarte con la sensación de estar comiendo algo…  ¿Cómo decirlo?…  ¡Algo que no nació para ser comido!

caracolgiganteafricano.jpg image by olguis ¡Por el amor de Dios! ¿A quién en su sano juicio se le pudo ocurrir una idea como esa?  Agarrarlo, superar el asco natural que produce, pensar en ingerirlo y luego, para terminar de completar el colmo del asunto, buscar la manera de cocinarlo y además, ¡volverlo un plato famoso!

baby20cuy1mx0 Continuamos nuestra travesía por los platos extraños y vamos a Perú, donde imagino que el hambre debe haber sido descomunal… ¿Por qué?  Fácil…  Si vez a un animal que parece salido de una tienda de peluches, con cara de “adóptame, soy una mascota abrazable”, ¿qué haces?  Lo agarras, lo G-Force-movie-d09llevas a casa y lo alimentas, juegas con él y eventualmente se convierte en parte de la familia.  Es como adoptar a uno de los miembros de Fuerza G.  Puedes pensar en innumerables juegos para entretenerte con el animalito… Pero no creo que “Cuy a la parrilla” sea uno de ellos.

chachapoyasplatos Repito; lo agarras, lo alimentas, le haces cariño, juegas con el bichito, lo vistes… ¡No te lo comes!  No puedes verlo a los ojos y matarlo, desollarlo y ¡cocinarlo para comértelo! ¿O sí?  Después de cometer una atrocidad tal como comerte a uno de los héroes de tus hij@s, sobrin@s, niet@s o cualquier niñ@ que conozcas…  ¿Podrías mirarlos a la cara nuevamente?

Y para culminar, tenemos el tope de los topes…  Como dice un buen amigo (Oscuridad del blog amigo Las Tierras Oscuras): Sales estás con un compañero, el tipo se mete un bocado de un plato, mastica y cae muerto a tus pies…  ¿Qué aprendiste al respecto?  Obviamente no aprendes que el pez globo es una delicatesse…  ¡Aprendes que no te comes eso ni por error!

WholeFugu_gallery__470x354,0 Así es, un espécimen digno de estudio culinario y que debió haber matado a varios cientos de personas antes de que alguien pudiera comerlo sin que fuera su última ingesta “alimenticia”.  Hablo del espantoso y nada apetecible Pez Globo.   Resulta que aún cuando este manjar sea preparado por un experto en la materia, pezgloboexiste el riesgo de que comerlo sea mortal, dado que si no está perfectamente bien preparado, la tetrodotoxina presente en varios órganos y hasta en la piel del animal puede ocasionar la muerte del comensal al primer bocado…  Bueno, no tan rápido.  Los síntomas aparecen entre 10 y 45 minutos después de la ingesta…

Más aún, en Wikipedia (en español) se puede conseguir la siguiente información:

Dependiendo de la dosis, los síntomas por envenenamiento de tetradotoxina son:

  • Hormigueo en rostro y en las extremidades
  • Parálisis
  • Colapso respiratorio y cardiovascular.
  • Parálisis general
  • Fallo respiratorio / asfixia sin perder en ningún momento la consciencia.

¡Ahhh!  Pero que alivio, podría llegar a asfixiarme sin perder la conciencia.  ¡Que alivio!  Ahora si es verdad que voy y me como no uno, ¡sino tres!  A ver si me ocasiono a mi mismo una muerte tan espantosa como asfixiarme mientras estoy totalmente consciente de que mis pulmones no están funcionando porque a algún idiota en la historia se le ocurrió que podíamos comernos un pez venenoso.

Pero un momento, ¡todavía hay más! Específicamente dice en Wikipedia (en español):

No habiendo un antídoto conocido, se recomienda aplicar la RCP.

resuscitateST070905_300x450NO HAY ANTÍDOTO CONOCIDO. Es decir, a menos que hayas ido a comer con un [para]médico (los corchetes significan que esa parte es opcional), puedes estar en serios problemas si comienzas a sentir un cosquilleo extraño a los 10 minutos de haber comenzado a comer.  ¿Alguna vez pensaste en hacer un curso de paramédico y de RCP (resucitación cardio-pulmonar) para poder optar a invitar a alguien a comer? Pues yo tampoco…  Y espero que siga así…

No sé a ustedes, pero a mí no me da ni una pizca de hambre cuando veo a este animal…  Claro, que viendo la cosa desde la perspectiva positiva, contarás con un buena cantidad de palillos de dientes amigables con el ambiente puesto que no talaron ni una triste planta para hacerlos…  Venían incluidos en el plato principal.

La frase de hoy:

Cuando el hambre aprieta, la vergüenza afloja.

Don Ramón (El Chavo del Ocho)

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