jueves, 13 de enero de 2011

Corazón, Convicción y Consciencia

colored keys Una vez más, mis dedos tratan de deslizarse sobre el teclado tan rápido como los pensamientos a través de mi mente.  Apenas hace un par de semanas estaba en la década pasada.  2012 se acerca y aunque no creo que venga el apocalipsis, definitivamente creo que será el fin de un gran ciclo y el comienzo de un nuevo orden universal.  Y no digo que el mundo dejará de existir como lo conocemos, pero muchas cosas cambiarán.

Los aprendizajes de fin de año fueron intensos, y no han bajado el nivel en el comienzo de esta nueva década.

punch-you Resulta entonces que en ocasiones nos encontramos en una lucha interna, de las más cruentas que tendremos en la vida, dado que es una lucha con y contra nosotr@s mism@s.  De las más duras:  el corazón contra la razón.

Muchas veces resultará que las casualidades, aunque siempre he dicho que tal cosa no existe, nos llevarán a una situación específica.  Una situación donde nuestra intuición, nuestro corazón y hasta nuestro cuerpo nos griten que debemos avanzar.  Sin embargo, nuestra mente, nuestras convicciones y nuestros planes pueden pedirnos imperiosamente que nos detengamos.

Si estuvieran en la situación de comenzar una relación sabiendo que tienen una “fecha de expiración” porque existe una posibilidad muy alta de que tal relación dure sólo hasta ese momento…  ¿Qué harían?  Si el corazón palpita con premura ante la presencia de esa persona, si las sonrisas están a flor de piel en su compañía y si el peor día de tu vida ya no parece tan malo sólo por el hecho de hablar con ese ser…  ¿Qué harías?  ¿Dejarías de vivir semejante experiencia por miedo al dolor de una separación anunciada?

¿Apostarías al cambio? ¿Darías el paso al frente y te montarías en ese tren con todos los riesgos que implica?  Después de todo, como dice Alan Kay, la mejor manera de predecir el futuro es inventarlo.  Si algo no está escrito en la vida es cada paso que daremos en nuestro camino.  Por lo menos, esa es mi opinión también.  Sí creo que hay ciertos hitos, puntos importantes, en nuestras vidas que son ineludibles.  Pero cómo a través de cuál camino llegaremos a ellos…  Eso es otro tema completamente distinto.

A69CCX He aquí, que el corazón brinca y grita:  ¡arrójate a volar!  Mientras que la convicción de caminar al borde de ese abismo ha hecho lo suyo para mantenernos sanos y salvos y alejados, hasta cierto punto, del dolor.  Por último, la consciencia que siempre nos invita a pensar un poco más analiza el camino sinuoso por el que hemos transitado y la posibilidad de volar y da pros y contras de cada uno.

Cada quien tiene un trabajo, cada cual tiene su puesto, y todos quieren salir ganando.

Meditating La razón nos invita a ver las cosas fríamente, de manera objetiva y con los ojos puestos en el futuro.  Evaluar el mejor curso de acción.  El gran problema es que esto supone desprendernos de cuánta emoción conozcamos y dejar la subjetividad de un lado, lo cual en algunos casos puede ser muy difícil.

En un costado, viene la convicción.  Los planes, las ilusiones, las metas…  Todo aquello que hemos atesorado en nuestras mentes y parte en nuestros corazones y que supone el conjunto de logros que necesitamos para ser felices.  Eso que nos motiva, esa cantidad de cosas que nos hace levantarnos cada mañana y soñar a futuro para alcanzar horizontes más lejanos.  Nos trazamos un camino, planificamos y esa convicción es la que nos mantiene en él.

Finalmente, llega el corazón, brincando, asomándose de lado a lado del camino en busca de una aventura, de algo que lo convierta en un héroe, de algo que pueda hacernos dar un brinco hacia adelante, hacia un costado o, incluso hacia arriba…

En fin… Yo opino que hay que buscar cierto equilibrio entre las tres cosas y, de esa manera, usar la razón para encausar al corazón y poder modificar la convicción a medida que el camino lo requiera.

Palabras de Sabiduría:

Para lograr algo grande, necesitas tres cosas:
Un Sueño, un apoyo y un refugio.

Uno de los ejecutivos de Oracle

2 comentarios:

  1. Un texto muy tuyo. Tiene tu firma.

    Precioso.

    Como le dije un buen día no hace mucho, a una amiga a la que adoro... algo precioso es, además de la definición que encontramos en el diccionario (precioso: valioso, de alto coste…), y con mucho respeto de lo que nos dicen, para mí se queda incompleta y me gusta añadir que: algo precioso es algo escaso, difícil de encontrar…

    Y este texto es realmente precioso.

    Me alegra una vez mas amigo habe visitado tu rincón. un abrazo.
    Sea

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  2. Pues, querido amigo... Me has dejado sin palabras...

    Muchísimas gracias por semejante reconocimiento!

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