miércoles, 2 de junio de 2010

Altibajos y Hakuna Matata

Muy buen@s días/tardes/noches según donde se encuentren en el planeta.  La respuesta que recibí de mi última publicación Quiero me resultó muy muy interesante.  Su longeva permanencia en la portada del blog se debió en parte a una apuesta y en parte a que el nivel de visitantes se mantenía relativamente estable a través del tiempo.  Aunado a eso, resulta que recibí un comentario que me llenó de sorpresa y de orgullo al saber que no sólo me leen alrededor del mundo, sino que además mis palabras han llegado hondo en los corazones de algunas personas.  Para mi, eso es lo que cuenta.  Que me lean no por leer, sino porque se sienten de alguna manera identificad@s con mis palabras, porque les parece que pueden aprender algo de ellas o porque sencillamente les gusta mi manera de hilar idea tras idea.

En el comentario que más me impactó, me incitan a seguir escribiendo, a seguir compartiendo esa parte de mí que he tratado de plasmar con el tiempo en las líneas de esta bitácora.  Y cómo no hacerlo, sí al escribir siento que, de alguna manera, puedo ayudar a quien me lee a superar ciertos obstáculos con menos dificultad.  Al escribir siento que tiendo una mano a quien ávido de palabras como estas busca entre los bits de la red de redes alguna luz que le indique el mejor camino a seguir.  Esa es una de las razones de mi afición a la escritura.

En fin, ¡que maravilla si nuestra vida fuera constante!  Si fuera una curva ascendente, por leve que fuera, pero que fuera siempre ascendente.  Sin embargo, tod@s pasamos por esas subidas y bajadas estrepitosas que hacen que la vida se asemeje más a una montaña rusa (roller coaster).  Esos altibajos son momentos excepcionales que pueden enseñarnos en poco tiempo cosas que tardaríamos años en aprender de otra forma.  Lo mejor que podemos hacer es aprovecharlos.

Hace poco sufrí la arremetida de una persona que ostentaba cierto grado de poder y en un arrebato de ira, se llevó por el medio varios de mis planes.  Mi primera reacción como es lógico fue sentir rabia, frustración, tristeza y hasta un poco de desolación.  Sin embargo pasaban los minutos y comencé a respirar profundo, a entender que su reacción podía haber cambiado el camino a través del cual llegaré a mis sueños y cumpliré mis planes, pero ni él ni nadie tienen el poder o la capacidad de hacerme renunciar a mis deseos.  Cerca de una hora más tarde, caminaba y sencillamente rocé mi crucifijo con los dedos, miré al cielo nublado y dije de corazón para mis adentros: confío en Ti, Señor.  Tú sabes lo que haces y por qué lo haces.  Acto seguido seguí caminando, inventándome nuevas maneras de lograr mis objetivos y hallando sonrisas en un futuro promisorio.

La mitad de los problemas se resuelven sólo con nuestra actitud.  La otra mitad, depende de las acciones que decidamos tomar.

Así pues sucedió que emprendí las acciones necesarias para resolver el problema y aquí estoy, escribiendo de nuevo, compartiendo mi experiencia personal con ustedes, esperando que les sirva de algo y diciéndoles que si en algún momento sienten todo lo que expresé arriba, pues respiren hondo, tómense un momento para tranquilizarse y piensen en Hakuna Matata una frase que en dialecto suajili o swahili significa sin problemas o no te angusties. (Gracias Ruthy)

Y para aquellos que prefieran algo más clásico sin quitarle importancia, claro está, al Rey León; está la muy afamada y espectacular canción de Bobby McFerrin: Don’t worry, be happy.

Y así, con este par de geniales canciones capaces de subirle el ánimo a casi cualquiera, me retiro durante unos días, puesto que estaré hurgando en el baúl de los recuerdos con el fin de conseguir algunos poemas de mi autoría para publicarlos aquí, poco a poco, para su disfrute (y uso) si alguno quisiera dedicar esas líneas a alguien especial.

Por último, si andas un poco triste mi querid@ amig@, no dudes en contactarme…  Quizás tenga un par de ases bajo la manga que te hagan reír.  Por MSN Messenger me puedes agregar como silvarion@msn.com y en Google Talk como silvarion@gmail.com. También se aceptan emails, comentarios en el blog y cuanta cosa se te ocurra para comunicarte conmigo.

Palabras de Sabiduría:

Si tienes un problema y tiene solución,
¿para qué te preocupas?
Pero si tienes un problema y no tiene solución,
¿para qué te preocupas?

Mahatma Gandhi

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