La siguiente es una canción de esas que cala profundo en los huesos. De esas que uno escucha y pueden pasar dos cosas mutuamente excluyentes, o bien la disfrutas al máximo o bien la sufres porque estás del otro lado de la canción. Mis queridísim@s lectoræs, l@s invito a escuchar una canción estupenda de Silvio Rodríguez, los dejo con Pequeña Serenata Diurna. Dedicada especialmente a l@s muert@s de mi felicidad :)
Vivo en un país libre,
cual solamente puede ser libre
en esta tierra, en este instante,
y soy feliz porque soy gigante.Amo a una mujer clara
que amo y me ama
sin pedir nada o casi nada,
que no es lo mismo pero es igual.Y si esto fuera poco,
tengo mis cantos que poco a poco
muelo y rehago habitando el tiempo,
como le cuadra a un hombre despierto.Soy feliz, soy un hombre feliz,
y quiero que me perdonen,
por este día, los muertos de mi felicidad.
Debido a que un comentario me llamó la atención, publico lo siguiente: El país, en mi interpretación de la canción soy yo mismo, es mi vida. Y los muertos de mi felicidad, son quienes pasaron por mi vida, pero debieron abandonarla por alguna razón.
Es aún más poderosa cuando dejas ese tipo de cosas de lado y ves el país como tú mismo y los muertos de tu felicidad como todas aquellas personas que han pasado por tu vida y que por una razón u otra han tenido que dejar de formar parte de ella.
ResponderEliminarA Cuba, lamentablemente, lo oprimió un régimen totalitario y desalmado durante más de medio siglo, pero eso, con el favor de Dios, está a punto de acabar.