Bienvenid@s mis queridísim@s lectoræs. Como verán en el título, esta será una nueva sección, como lo es “Cancionero” donde plasmaré cada cierto tiempo, conversaciones que tengo de tanto en tanto conmigo mismo. Dada la fecha, porque este artículo está siendo escrito el 31 de diciembre de 2010, comenzaré deseándoles un número infinitamente grande de bendiciones para este nuevo año y que cada paso que den sea para aprender y volverse mejores seres humanos. Que cada uno de los próximos 365 días estén llenos de sorpresas, lecciones, bondad y amor en sus corazones. Que comprendamos todos el verdadero significado del amor y que entendamos de una vez por todas que el mayor obstáculo entre nosotros y nuestros instantes felices no es otro que nosotros mismos. Dicho esto… Que comience la tertulia.
Vaya vaya, mi amigo. Hace un par de semanas no hubieras pensado estar donde estás. No se te hubiera ocurrido imaginarte estar caminando la noche del 31 de diciembre de 2010 en la compañía de una persona tan especial, compartiendo pensamientos, sonrisas, tristezas, preguntas, respuestas y momentos que durarán una vida entera en tus recuerdos.
Hace unos meses no hubieras ni soñado con conocer a las personas a las que has conocido, con escribir lo que has escrito ni con aprender todas las lecciones que te han dado los últimos meses de este año. Definitivamente, Dios, el Universo, los Grandes Maestros o como sea que lo quieras llamar tiene(n) una manera muy particular de mostrarte el equilibrio que debe estar presente en todas las áreas de tu vida.
Son las 9:30pm y hace 3 horas estabas en una playa, mirando las luces del morro iluminar el horizonte. Mojado de pies a cabeza, recibiendo una brisa que en cualquier otro momento te hubiera helado hasta el ánimo, pero no hoy, no en ese momento. La calidez de la felicidad, del amor, te mantiene en pie, erguido ante el viento sin que lo sientas agresivo. Un momento perfecto. Un momento feliz. Un momento. Un instante.
¿Y es que acaso la felicidad puede durar más que eso? ¿Un instante? Estás convencido, mi querido amigo, de que la felicidad es precisamente la unión de todos esos instantes felices y yo, desde luego, te apoyo en esa teoría.
¿Pero qué pasó? Hace casi una hora, ningún pensamiento particular… El alma se remueve inquieta, hay sentimientos recorriendo tu corazón que se pasean de un lado a otro. Sientes una inmensa felicidad, por otro lado llega la tristeza, hay nostalgia también andando de la mano de las otras dos y, finalmente, la incertidumbre de no saber en absoluto qué pasará dentro de 2 horas y 15 minutos, cuanto llegue el 2011 y mucho menos 2 meses después.
Felicidad de estar donde estás. De haber llegado hasta donde lo has hecho y de saberte en capacidad de cumplir las metas que te has propuesto. De haber aprendido tanto y de haberte levantado de la mano de tus amigos, por encima de una turbulencia que amenazó con desbaratarte el camino. ¿Qué fue lo que pasó? No tienes idea, pero te desequilibró. Una vez que conseguiste el balance de nuevo, las cosas comenzaron a suceder. ESAS cosas, esas que hoy te hacen tan feliz. Volviste a ser tú. Y aunque tus prioridades se han ido moviendo conforme vas aprendiendo, te has dado cuenta de que has hecho las cosas bien. Tu balance es positivo, hay gente que te quiere y te extraña. Hay gente que se preocupa por ti. Hay gente en la que has dejado huella y que ha dejado profunda huella en ti. Toda esa gente te confirma, con sus acciones hacia ti, que las decisiones que has tomado han sido en pro de algo bueno y, probablemente, más grande que tú mismo.
Hoy, hace unas horas, le diste gracias a Dios por todo. Lo bueno, lo que creíste malo y todo lo que te ayudó a conseguir en apenas un año.
Tristeza. Presente al darme cuenta de que las cosas pudieron ser muy distintas con ellas, mis Rs… O quizás con ELLA. O tal vez, con tu pasado. Pero una vez más lo analizas y te das cuenta que de no ser por lo que ha pasado en cada parte de tu vida, hoy no estarías viviendo este momento presente, sino algún otro momento paralelo que vaya a parar, de alguna forma, en el próximo gran hito de tu vida. Nada sucede por simple azar.
Nostalgia. Extrañas tantas cosas. Hacer el Pan de Jamón, pelear por la tocineta, las aceitunas y tratar de comerte algunas de las pasas y las alcaparras. Extrañas hacer la ensalada de gallina, inventar algo nuevo en la cocina y recibir el año en sus brazos. Fueron un montón de años… El 24 las llamaste y no atendieron… ¿No escucharon? Eso espero. Has tratado de comunicarte, pero parecieran decididas a borrarte de su vida… Tristeza. Pero no está en tus manos.
Incertidumbre. Porque a pesar de caminar con paso firme y decidido, mirando al frente y sin una pizca de miedo en tus ojos, sabes que no puedes hacer planes, porque al final del día todo puede cambiar. Sueñas, vuelas, aterrizas y despegas una vez más. El rumbo es incierto… Incertidumbre… Pero feliz. ¡Siempre feliz!
Aquí y ahora. Estás aquí, en este momento y ya es hora de sonreír, de seguir viviendo el presente y valorando cada momento como si fuera el último, porque no sabes cuánto más durará tu respiración. ¡Claro que esperas que sean años y muchos! Pero nadie puede asegurarlo.
Hoy, piensas en la fortuna que tienes al contar con tu madre, tu padre, Oscuridad, Thriel, Soronthar, Ione, Manolacho, Belle y tanta otra gente. Fanny, TCMC, Luz, Fachy, Ely, Claire, Abra… Sea de La Macha, Karina, Yuny, Claudy… Y aún más… Que si sigo nombrando, esto se va a poner como demasiado largo. Corazones que se han abierto para recibirte y darte lo mejor que se puede dar como regalo… Una amistad sincera, llena de apoyo y buenos deseos. Hoy lo único que te preocupa es estar a la altura de todo el amor que esa gente tan especial te da.
Quizás es la necesidad de sentirte reinventado. Quizás es la necesidad de sentir que el año nuevo trae nuevas cosas, nuevas historias y no sólo la repetición de viejas y trilladas excusas para justificar no alcanzar las metas trazadas. Quizás es sólo que piensas más de lo que deberías. Quizás es sólo que debes vivir, amar y aprender… Sí, como el título del libro de Leo Buscaglia.
Hasta la próxima, hermano de mi alma. Y gracias por seguir siendo tan buena compañía para conversar… Conmigo.
Palabras de Sabiduría:
El único obstáculo real entre tú y tu felicidad
no es otro más que tú mism@…